jueves, 22 de agosto de 2013

Lealtad, solidez y seguridad

La lealtad es virtud de la persona. La solidez es virtud de la empresa. Sin la primera la segunda es imposible. Y no hay forma de ser leal sin conocerse y aceptarse a sí mismo. Este proceso requiere en primer lugar hacerse un tiempo propicio para entrar en uno mismo y ser muy sincero al mirar la propia historia con sus aciertos y errores así como las capacidades y dificultades que cada uno porta en sí en el presente. Soy muy consciente de que este espacio no suele ser fácil de hacer: muchas urgencias de todo tipo invaden a diario la vida de las personas de negocios. Sin embargo es indispensable. 

Justamente por el grado de actividad que requiere la vida empresarial es muy importante hacerlo. De lo contrario se corre el riesgo de perderse a sí mismo y construirse una falsa identidad en base al afán desmedido y ciego de poder, tener o placer. Y cuando esto ocurre, por mucho que la persona declare y diga esforzarse en vivir según los valores más importantes y humanos, sus frutos serán siempre la confusión interior, la falta de solidaridad real con los demás, en una palabra, la deslealtad. Y cuando la persona se vuelve desleal (en primer lugar consigo misma), toda la moral se convierte en una mera estrategia al servicio de sus intereses egoístas y superficiales. Una vez más: "fast food" y con el mal alimento la intoxicación de la inteligencia y la voluntad. 

Como es la seguridad lo que se pone en juego en la deslealtad, la falsa personalidad tiende a hacerse estable y se refuerza en un círculo vicioso. En el fondo este entrar en uno mismo se trata de un ejercicio de contemplación sincera y serena de la realidad personal. Existen muchas ofertas para lograr esto y hay que saber elegir y discernir cuál es la que más conviene en determinado momento de la vida. Más adelante haré algunas sugerencias de temas y dinámicas para trabajar esto. 

Por lo pronto terminaré con una breve mención a la solidez como virtud de la empresa y consecuencia de la lealtad personal. Creo que la solidez es básicamente la suma de lealtades personales que va desde los líderes a los colaboradores y viceversa pero para efectos prácticos se inicia en los líderes. Si el líder no cree en la necesidad de sembrar lealtad cosechará necesariamente un ambiente de desconfianza que convertirá a su empresa en un campo de batalla usualmente solapado y lleno de astucia y cálculos cínicos e inhumanos y a sus clientes en personas siempre dispuestas a aprovecharse de la empresa en lugar de sumar esfuerzos y colaborar con el crecimiento de todos.

En cambio si se trabaja con orden e inteligencia en ser leales y sembrar lealtad, la confianza crece y con ella todo se hace más fácil aunque nunca desaparezcan las dificultades típicas de las debilidades humanas que todos en mayor o menos medida tenemos.

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