Justamente por el grado de actividad que requiere la vida empresarial es muy importante hacerlo. De lo contrario se corre el riesgo de perderse a sí mismo y construirse una falsa identidad en base al afán desmedido y ciego de poder, tener o placer. Y cuando esto ocurre, por mucho que la persona declare y diga esforzarse en vivir según los valores más importantes y humanos, sus frutos serán siempre la confusión interior, la falta de solidaridad real con los demás, en una palabra, la deslealtad. Y cuando la persona se vuelve desleal (en primer lugar consigo misma), toda la moral se convierte en una mera estrategia al servicio de sus intereses egoístas y superficiales. Una vez más: "fast food" y con el mal alimento la intoxicación de la inteligencia y la voluntad.
Como es la seguridad lo que se pone en juego en la deslealtad, la falsa personalidad tiende a hacerse estable y se refuerza en un círculo vicioso. En el fondo este entrar en uno mismo se trata de un ejercicio de contemplación sincera y serena de la realidad personal. Existen muchas ofertas para lograr esto y hay que saber elegir y discernir cuál es la que más conviene en determinado momento de la vida. Más adelante haré algunas sugerencias de temas y dinámicas para trabajar esto.
Por lo pronto terminaré con una breve mención a la solidez como virtud de la empresa y consecuencia de la lealtad personal. Creo que la solidez es básicamente la suma de lealtades personales que va desde los líderes a los colaboradores y viceversa pero para efectos prácticos se inicia en los líderes. Si el líder no cree en la necesidad de sembrar lealtad cosechará necesariamente un ambiente de desconfianza que convertirá a su empresa en un campo de batalla usualmente solapado y lleno de astucia y cálculos cínicos e inhumanos y a sus clientes en personas siempre dispuestas a aprovecharse de la empresa en lugar de sumar esfuerzos y colaborar con el crecimiento de todos.
En cambio si se trabaja con orden e inteligencia en ser leales y sembrar lealtad, la confianza crece y con ella todo se hace más fácil aunque nunca desaparezcan las dificultades típicas de las debilidades humanas que todos en mayor o menos medida tenemos.